Para celebrar la Independencia de Brasil, nada mejor que este poema del gran poeta (y diplomático) Vinicius de Moraes, en traducción de José Carlos de Nóbrega. Escuche abajo un trecho del poema leído por algunos de los grandes nombres de la música y de la poesía de Brasil.
PATRIA MÍA
Mi patria es como si no fuese, es íntima
Dulzura y voluntad de llorar; un niño durmiendo
Es mi patria. Por eso, en el exilio
Ayudando a dormir a mi hijo
Lloro de saudades de mi patria.
Si me preguntaran qué es mi patria, diré:
No sé. De hecho, no sé
Cómo, por qué y cuándo mi patria
Mas sé que mi patria es la luz, la sal y el agua
Que elaboran y derriten mi amargura
En largas lágrimas agrias.
Voluntad de besar los ojos de mi patria
De dormirla, de pasarle la mano por los cabellos...
Voluntad de mudar los colores de las ropas (¡auriverde!) tan feas
De mi patria, de mi patria sin zapatos
Y sin medias, patria mía
¡Tan pobrecita!
Porque te amo tanto patria mía, yo que no tengo
Patria, yo simiente que nací del viento
Yo que no voy y no vengo, yo que permanezco
En contacto con el dolor del tiempo, yo elemento
De unión entre la acción y el pensamiento
Yo hilo invisible en el espacio de todo el adiós
¡Yo, sin Dios!
Te tengo, no en tanto, en mí como un gemido
De flor; te tengo como un amor muerto
A quien se juró; te tengo como una fe
Sin dogma, te tengo en todo lo que no me siento apto.
En esta sala extranjera con lar
Y sin pie directo.
Ah, patria mía, recuérdame una noche en Maine, Nueva Inglaterra
Cuando todo pasó a ser infinito y nada tierra
Y yo vi que alfa y beta de Centauro escalarán el monte hasta el cielo
Muchos me sorprenderán parado en el campo sin luz
La espera de ver surgir la Cruz del Sur
Que yo sabía, mas amaneció...
Fuente de miel, bicho triste, patria mía
Amada, idolatrada, ¡salve, salve!
Qué más dulce esperanza encadenada
El no poder decirte: aguarda...
¡No tardo!
Quiero revisitarte, patria mía, y para
Revisitarte me olvidé de todo
Estuve ciego, estropeado, sordo, mudo
Vi mi humilde muerte cara a cara
Rasgué poemas, mujeres, horizontes
Quedaron simples, sin fuentes.
Patria mía... Mi patria no es florón, ni ostenta
Pendón no; mi patria es desolación
De caminos, mi patria es tierra sedienta
Es playa blanca; mi patria es el gran río secular
Que bebe nube, come tierra
Y orina mar.
Más de la que más gallarda mi patria tiene
Una fiebre, un querer bien, un bien
Un libertas quae sera tamen
Que un día traduje en un examen escrito:
“Libertad que serás también”
¡Y repito!
Pongo en el viento el olvido y escucho la brisa
Que brinca en tus cabellos y te alisa
Patria mía, y perfuma tu suelo...
Qué voluntad me ven al adormecerme
Entre tus dulces montes, patria mía
Atento al hambre en tus entrañas
Y al batuque en tu corazón.
No te diré el nombre, patria mía
Tu nombre es patria amada, es patriecita
No rima con madre gentil
Vives en mí como una hija, que es
Una isla de ternura: la Isla
Brasil, tal vez.
Ahora llamaré a la amiga cogujada
Y pediré qué pieza al ruiseñor de día
Qué pieza al sabiá
Para llevarte presto este avigrama:
“Patria mía, saudades de quien te ama...
Vinicius de Moraes.”
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